El año de los mayores retos para la Delegada en Salud, Educación y Movilidad
Entre el seguimiento a las EPS, IPS y dispensarios de medicamentos, la verificación de entregas del PAE y los seguimientos al funcionamiento correcto y seguro de los servicios de transporte público, se han concentrado las acciones de esta delegada durante el atípico año.
La consulta más frecuente de los ciudadanos a la Personería de Pereira durante este año ha sido la relacionada con las pruebas Covid-19, ante el desconocimiento que se tiene de quién debe hacerse el examen, cuándo es pertinente hacerlo, qué entidad debe asumir los costos y en qué momento debe haber aislamiento, además, para los trabajadores, si este aislamiento representa una incapacidad laboral paga.
Es por esto que la delegada en Salud, Educación y Movilidad, ha concentrado sus esfuerzos en hacer más de 1500 intervenciones a través del Plan Permanente de Atención a Usuarios de la Salud –PPAUS.
Así mismo se han atendido unas 2300 llamadas telefónicas de ciudadanos solicitando verificar las atenciones oportunas de consultas de medicina general y con especialista, que recordemos se han centralizado este año a través de la virtualidad.
Según lo indicó la delegada, Claudia Cristina González Cañas, a partir de la apertura de la ciudad luego de la cuarentena obligatoria, se empezaron a verificar los protocolos de bioseguridad en entidades públicas y privadas, especialmente donde hay atención al público, “hemos realizado en total 40 visitas de verificación y continuamos con ésta como una prioridad a lo largo del año con el fin de evitar focos de contagios en entidades estatales”.
La delegada respondió a otras inquietudes:
Alerta y llamado de atención
Se están represando todos los servicios ambulatorios y aquellas citas y procedimientos que tenían un agendamiento previo a la cuarentena obligatoria, lo que va a significar que, una vez se habiliten, van a estar colapsados estos servicios.
Así lo alertó la delegada en Salud, quien llamó la atención al respecto de que, “todas las EPS tienen una alta carga de servicios sin realizar, pendientes y aunque el 1 de junio se reactivó la posibilidad de re iniciar estos servicios, en Risaralda por la declaratoria de la alerta naranja en el sistema hospitalario, todo lo ambulatorio se volvió a suspender y de nuevo todo lo pendiente está represado".
Esto significa que cuando pase el pico de contagios y pase la alerta naranja, vendrá una avalancha de lo que está represado.
Análisis
La pandemia permitió evidenciar que los ciudadanos hacen uso sin necesidad de los servicios de urgencias.
Y es que mientras estos solían estar congestionados y una de las intervenciones más recurrentes de la Personería debía ser por las multitudes represadas en las salas de urgencias de clínicas y hospitales, a lo largo de este año la ciudadanía ha usado las urgencias cuando la situación verdaderamente lo amerita y eso ha significado una reducción evidente de ciudadanos en estos espacios.
Las personas no van a las salas de urgencias por temor al contagio y esto ha significado que no se represan las verdaderas urgencias, según lo analizó la delegada en Salud.